Los precios de las propiedades medidos en dólares son menores a los anteriores a la pandemia.

Luego de una primera mitad de año desalentadora, generado por el arrastre de algunos años de números rojos y, en especial por la crisis que provocó el avance coronavirus, el sector inmobiliario se prepara para un escenario que puede ser más alentador para el momento en que se determine el fin de la pandemia del COVID-19, especialmente para aquellos que cuenten con dólares en sus ahorros.
En ese sentido, ante la disparada del contado con liquidación y el dólar blue, gran cantidad de personas se plantean la posibilidad de aprovechar las divisas que tienen en cartera para pasarse a ladrillos, ya que los precios de las propiedades medidos en dólares son menores a los anteriores a la pandemia.
En ese contexto, el consultor de negocios Sebastián Cantero repasó parte de la reciente historia inmobiliaria y sus crisis y vaticinó lo que ocurrirá post pandemia. Dijo que quien tenga dólares para construir “va a poder hacer una diferencia” pero advirtió que “hay que identificar a desarrolladores que tengan respaldo y know how para llevar una obra a buen puerto”.
Cantero dijo que basándose en crisis anteriores como la de 2001, “la paridad del dólar mantuvo los valores de las unidades. Cuando se extinguió esa paridad los precios bajaron sustancialmente. Y cuando se recuperó la economía argentina, el negocio agroexportador picó en punta. Luego de la convertibilidad, se inició un proceso de industria nacional y comenzaron las exportaciones. Se recuperaron los valores de inmuebles en dólares esa etapa”.
“En 2008, el problema mas grande fue el cepo cambiario. La economía estaba técnicamente pesificada y permitió algún tipo de oportunidades. La gente como estaba sobregirada en préstamos, tenía necesidad de vender y bajaban los precios. Esta pandemia es muy diferente porque afecta a todo el mundo”, recordó.
Y continuó: “Lo que se estima post pandemia es que la gente va a hacer valer sus ahorros en dólares. Habrá una gran baja y luego se va a robustecer de nuevo el mercado”.
Por otro lado, señaló que “en materia de construcción, como la mano de obra está pesificada, si uno tiene dólares para construir va a poder hacer una diferencia. Los desarrolladores que hoy tienen ganancias del 25% van a poder seguir conservando ese rentabilidad pero para poder vender van a tener que reflejar la baja de costos en el consumidor final”.
Explicó que “un metro cuadrado de construcción con arquitectura, materiales, mano de obra, proyecto, dirección de obra estaba en torno a los 900 dólares antes de la pandemia. Hoy esa misma construcción está en 700 dólares, por lo cual hay una baja del 25%. Eso se tiene que ver reflejado en el consumidor final. Quien hoy está parado con un proyecto financiado puede construir y provocar la venta y si se enciende la máquina de la construcción ya es mas sencillo para los próximos emprendimientos”.
“El tema es ser cauto y ver dónde se ponen los ahorros porque toda crisis trae descalces financieros. Hay que identificar a desarrolladores que tengan respaldo y know how para llevar una obra a buen puerto”, concluyó.